Introducción
La obra La insubordinación fundante de Marcelo Gullo constituye un aporte significativo al debate sobre el desarrollo, la autonomía y la inserción de los Estados en el sistema internacional. Su propuesta central sostiene que las grandes potencias no alcanzaron su posición por una integración pasiva, sino mediante un acto de ruptura consciente frente al orden impuesto por los poderes dominantes. Este ensayo analiza dicha tesis desde distintas perspectivas teóricas de las Relaciones Internacionales, contrastándola con conceptos de autores como Waltz, List, Strange, Gramsci, Cardoso y Mearsheimer, con el objetivo de evaluar la vigencia y relevancia del planteo de Gullo en el escenario internacional contemporáneo.
La insubordinación como condición del ascenso
La noción de insubordinación fundante plantea que el desarrollo de las potencias históricas estuvo ligado a una decisión de desafiar el orden establecido, ya sea a través de políticas económicas proteccionistas o mediante una redefinición de su lugar en la estructura internacional. Este planteo dialoga con el realismo estructural de Waltz (1979), que entiende el sistema internacional como jerárquico en términos de poder, donde los Estados solo pueden modificar su posición mediante la acumulación de capacidades y la confrontación estratégica.
A diferencia del institucionalismo liberal, que postula la cooperación y la integración armónica como vías de desarrollo (Keohane & Nye, 1977), Gullo resalta que la subordinación normativa y económica perpetúa la dependencia. La insubordinación, en este sentido, constituye una estrategia de supervivencia y ascenso.
El rol del Estado como motor de desarrollo
El autor enfatiza que el Estado es el actor esencial para la insubordinación. Las políticas industriales, los aranceles y los subsidios constituyen herramientas de soberanía económica frente a las reglas impuestas por las potencias dominantes. Este planteo remite al nacionalismo económico de List (1841/1983), quien advertía que el libre comercio beneficia únicamente a las naciones ya desarrolladas.
De manera complementaria, la teoría de la dependencia (Cardoso & Faletto, 1969) sostiene que el subdesarrollo no es una etapa evolutiva, sino el resultado de relaciones asimétricas estructurales. Desde esta óptica, la insubordinación fundante sería la única vía para romper con la reproducción de la dependencia.
Universalismo, libre comercio y hegemonía cultural
Un eje crítico del libro es la denuncia del discurso universalista que, bajo la apariencia de valores neutrales, reproduce la hegemonía de las potencias. Esta perspectiva puede vincularse con la noción gramsciana de hegemonía cultural (Gramsci, 1971), donde las ideas dominantes legitiman y perpetúan relaciones de poder.
Del mismo modo, Strange (1988) explica que el poder estructural no reside únicamente en la fuerza militar o económica, sino también en la capacidad de definir las reglas del sistema y naturalizarlas. Desde este marco, el libre comercio no es una ley universal de eficiencia, sino un dispositivo normativo que favorece a los centros de poder.
Ejemplos históricos de insubordinación
Gullo ejemplifica con casos paradigmáticos de insubordinación:
- Estados Unidos, cuya independencia y posterior política arancelaria desafiaron a la hegemonía británica.
- Japón, que con la Restauración Meiji implementó un proceso de modernización selectiva y proteccionismo económico.
- China, que en la actualidad articula un modelo híbrido de apertura controlada y soberanía estratégica, interpretado por muchos analistas como una forma contemporánea de insubordinación (Arrighi, 2007).
Estos ejemplos ilustran que las grandes potencias no alcanzaron el desarrollo por aceptar pasivamente el orden internacional, sino por transgredirlo.
América Latina y la subordinación persistente
El autor sostiene que América Latina, y en particular Argentina, no logró concretar su propia insubordinación fundante. Las élites locales habrían sido cooptadas por el ideario liberal británico primero, y estadounidense después, impidiendo la construcción de un proyecto autónomo. Esta interpretación se conecta con la teoría de la dependencia y con la noción de “colonialidad del poder” (Quijano, 2000), que describe cómo las relaciones de subordinación se sostienen también en el plano cultural e ideológico.
Vigencia del concepto en el sistema internacional actual
En el contexto de transición de poder global, con el ascenso de China y el declive relativo de Occidente, el concepto de insubordinación fundante adquiere una renovada actualidad. Desde la óptica del realismo ofensivo, los Estados buscan maximizar su poder frente a un sistema incierto (Mearsheimer, 2001). Para América Latina, la disyuntiva radica en reproducir un patrón de subordinación o en promover proyectos soberanos que desafíen las reglas establecidas.
Conclusión
El planteo de Marcelo Gullo ofrece una reinterpretación histórica y teórica del desarrollo de las potencias, subrayando que este solo fue posible a través de un quiebre con la hegemonía existente. La obra contribuye al campo de las Relaciones Internacionales al señalar que el libre comercio y el discurso universalista no son neutrales, sino mecanismos de dominación.
Desde una perspectiva académica, la noción de insubordinación fundante permite repensar la autonomía latinoamericana en el actual escenario de reconfiguración del orden global. El desafío radica en si los Estados de la región serán capaces de generar proyectos insubordinados que cuestionen las lógicas de dependencia, o si perpetuarán su papel periférico en el sistema internacional.
Ernesto R. Capoccetti