Muchos son los escenarios que se podrían bosquejar a fin de que podamos comprender cómo comenzaría una tercer guerra mundial, sin embargo cada escenario por mas distinto que sea guarda puntos en común uno con otro, por ejemplo la ruptura de la confianza, la traición, alianzas disruptivas, fallas en los sistemas de armas, protección de los objetivos y recursos vitales, entre otras.
Desde una perspectiva geopolítica y estratégica, el inicio de una TGM no sería un evento espontáneo ni repentino, sino el resultado de una acumulación de tensiones estructurales, errores de cálculo y fracturas en los equilibrios de poder global. Para que una tercera guerra mundial tenga lugar, deben converger cinco condiciones fundamentales:
1. Colapso del orden internacional actual
El orden liberal internacional basado en normas multilaterales (ONU, OMC, FMI, etc.) ha sido cada vez más desafiado por potencias revisionistas como China y Rusia. Un colapso definitivo del sistema —por ejemplo, si la ONU se vuelve irrelevante o si el Consejo de Seguridad entra en parálisis crónica— eliminaría los mecanismos de resolución pacífica de conflictos.
2. Choque directo entre grandes potencias nucleares
La TGM sólo puede ser tal si involucra directamente a al menos dos grandes potencias militares. Un conflicto entre EE.UU. y China por Taiwán, o entre la OTAN y Rusia en Europa del Este, constituiría escenarios de alto riesgo. La guerra en Ucrania ha sido un “teatro proxy”, pero un incidente como el uso de armas nucleares tácticas o un ataque a territorio OTAN podría desatar una escalada irreversible.
3. Crisis sistémicas múltiples
La simultaneidad de crisis —energética, climática, alimentaria y económica— puede aumentar el descontento social, impulsar nacionalismos extremos y debilitar democracias. Todo ello alimenta contextos propicios para conflictos externos como válvula de escape. El cambio climático, además, introduce nuevas tensiones por recursos estratégicos (agua, tierras fértiles, minerales críticos).
4. Tecnología militar disruptiva fuera de control
El desarrollo acelerado de inteligencia artificial, armas autónomas, ciberarmamento y capacidades espaciales sin regulación internacional efectiva podría generar ataques automatizados o preventivos. La doctrina de disuasión puede fallar si una IA toma decisiones sin supervisión humana o si se malinterpreta una maniobra militar ofensiva.
5. Falla de disuasión estratégica
Durante la Guerra Fría, el equilibrio del terror (mutual assured destruction) evitó la guerra nuclear. Hoy, con múltiples actores armados y la erosión de tratados como el INF o el START, el sistema de disuasión es más frágil. Si una potencia cree que puede ganar un conflicto limitado sin represalias desproporcionadas, se incrementa el riesgo de confrontación.

Fuente Imagen: cnnespanol.com
Continuara…
Honestamente nunca pensé que habria tantas variables en juego para que estalle una guerra mundial. Este análisis me ayudó mucho y entiendo que podría ser mas profundo. Gracias !
Hay varios factores, no todos se dan al mismo tiempo, pero si están activados, también hay muchos conflictos, entre países pequeños, las grandes potencias parecen seguir armandose para cuando consideren que tengan que entrar en escena. Lo que si se puede advertir que por más que pasen los años el ser humano sigue apelando a las guerras por conflictos de interés y necesidad de someter a otros mostrando poder y ambicion, por recursos, territorios y /o diferencias religiosas