¿Cómo afectaría a Sudamérica y especialmente a Argentina?
A) Impacto general sobre Sudamérica
Aunque Sudamérica no sería un teatro principal de operaciones militares directas, sí se vería severamente afectada por las consecuencias económicas, políticas y estratégicas del conflicto global:
- Disrupción comercial: La dependencia regional de las exportaciones de commodities (soja, litio, petróleo, alimentos) haría que Sudamérica sufra por la volatilidad de precios, bloqueos comerciales y sanciones cruzadas.
- Crisis energética y alimentaria: Habría escasez de combustibles y fertilizantes, aumento del hambre, y conflictos sociales internos.
- Presión geopolítica externa: Estados Unidos y China podrían buscar apoyo o recursos estratégicos (como el litio boliviano o el petróleo brasileño), generando alineamientos forzados y pérdida de soberanía.
- Militarización y pérdida de autonomía regional: Algunos países podrían permitir bases extranjeras o adoptar políticas de seguridad más restrictivas, debilitando la integración regional.
B) Impacto particular sobre Argentina, según el pensamiento de Juan Gabriel Tokatlian
El politólogo argentino Juan Gabriel Tokatlian, experto en relaciones internacionales y especialista en geopolítica sudamericana, sostiene que Argentina siempre ha tenido una tradición de “autonomía estratégica” y ha buscado evitar alineamientos automáticos, apostando por el multilateralismo, el derecho internacional y la resolución pacífica de conflictos.
En el marco de una Tercera Guerra Mundial, Tokatlian advertiría que:
- Argentina enfrentaría un dilema geoestratégico: resistir presiones de grandes potencias para alinearse, o ceder ante incentivos económicos o coercitivos.
- El Atlántico Sur se militarizaría, afectando la Cuestión Malvinas y abriendo la posibilidad de mayor presencia de la OTAN o China en la región.
- La autonomía sería amenazada por la tentación de «elegir bando». Tokatlian ha argumentado que América del Sur debería consolidar una posición de no alineamiento activo, siguiendo el ejemplo del Movimiento de Países No Alineados pero adaptado al siglo XXI.
- La disolución de espacios de integración como UNASUR o CELAC ha dejado a la región sin voz propia, lo que debilita la posibilidad de actuar colectivamente frente a una guerra global.
En resumen, Argentina se vería atrapada entre su tradición autonomista y las presiones de una geopolítica brutalizada, en un contexto donde mantener la neutralidad se volvería cada vez más difícil. Como señala Tokatlian, “la autonomía no es neutralidad pasiva, sino capacidad de incidir sin someterse”.
Una Tercera Guerra Mundial requeriría una conjunción de fallas sistémicas, escaladas militares entre grandes potencias y colapso del orden multilateral. Sudamérica, si bien periférica desde lo militar, sería profundamente impactada en lo económico, político y estratégico. Para Argentina, el desafío sería preservar su autonomía sin quedar aislada, mientras redefine su rol en un mundo fracturado. Pensadores como Tokatlian nos invitan a pensar estrategias que no sean ni de sumisión ni de aislamiento, sino de construcción colectiva regional y defensa activa de la soberanía.
Ernesto R. Capoccetti